Las competiciones paralímpicas de tenis de mesa incluyen dos modalidades: de pie y en silla de ruedas.

 

Es un deporte abierto a deportistas con diversidad funcional física, paralíticos cerebrales e intelectuales existiendo pruebas individuales, por equipos y open, tanto en categoría masculina como femenina y los deportistas compiten divididos en diez clases en función del distinto grado de discapacidad.

 

El tenis de mesa paralímpico sigue las mismas normas que la Federación Internacional de Tenis de Mesa, con pequeñas modificaciones para los atletas en silla de ruedas como el que los participantes puedan sujetarse a la mesa para mantener el equilibrio, siempre que ésta no se mueva.

 

Todos los partidos se juegan al mejor de tres juegos de 11 puntos.

 

Se convirtió en deporte paralímpico en el año 1960, en los Juegos Paralímpicos de Roma.